Tenía años que no me sentía sin nada más que mis manos para acompañarme. La sensación de estar solo es incómoda al principio, en ciertos momentos suele ser muy tranquilo a pesar de sentir que algunas veces nada es suficiente. El tiempo no es el sabio, el sabio eres tú a través del tiempo, las cosas llegan y se van y tu eres el que decide que tomar y que no, agregando a esto las lecciones que bien te dejan con satisfacciones o golpes fuertes en la cara. Somos lo que decidimos ser, nada más que eso y por eso es que siempre debemos estar en una constante exploración de lo que somos, por tanto si algo es para tu desarrollo personal, podrías tomarlo, de todas maneras estas solo en tu vida e intentar siempre es algo perfectamente normal y fascinante. Nadie puede tomar todas las riendas de lo que tienes que hacer o no, quizá si puedan influir fuertemente pero recuerda que siempre tu tienes la última palabra de lo que harás posteriormente y nadie puede cambiar eso.
Vive el día, no te preocupes por mañana porque el mismo reloj espera por ti mientras algunas veces te sientas a morir en una silla pensando en lo que pudo haber sido, construye tu vida, camina pero nunca olvides, porque para ser quienes somos siempre debemos tener presente lo que fuimos, quizá para no repetir lo que hicimos pero en casos excepcionales tenemos que volver a repasar nuestras acciones. Soy muy intenso con esto pero por favor, lector de mis palabras, ¡ recuerda siempre tu inocencia ! Somos el niño que encerramos tras todo lo que hemos vivido, si tú vida está llena de heridas, deja que tu niñez las cure con un poco de risa. Recuerda siempre, que ser feliz es una decisión, y que si los días en la soledad te parecen fríos, quizá no estás haciendo las cosas como deberías. Nos vemos en la palabra, amigos míos.
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