Ha pasado el tiempo lentamente estos últimos días llenos de altos y bajos, pero aún así no me logro dar cuenta en que momento pasa todo ser alegre como el café por la mañana a tener todo un sabor tan amargo como el silencio. Me he dado cuenta de muchas cosas con respecto a quien soy, teniendo un gran reencuentro fuera del espejo, logrando ver mis raíces, mi núcleo general, observando lo poco sabio que soy ante la vida, añorando el mañana para seguir aprendiendo. Me doy cuenta que me hace falta un poco de rebeldía, un poco de locura; le tenía un poco de miedo a estas cosas, pero pongámonos a pensar: nuestros cuerpos irán envejeciendo cada día mas, iremos perdiendo la memoria poco a poco hasta llegar a un estado en lo que nos cueste hasta mantener una conversación corrida sin parar, preguntaremos siempre las mismas cosas, y con suerte encontrarán a alguien quien les responda con lucidez, asì que para que tanto drama, quitemos los grilletes.
Por lo visto no logro escribir cosas sin ponerme aunque sea un poco metafórico, pero ya es hora de abandonar al adulto cuadrado que rige mis pensamientos "correctos" dentro de lo que logro yo pensar. Parte de este cambio se debe a la filosofía que fui adaptando hace ya algún tiempo, admitiendo que soy solo un estúpido en busca de la sabiduría que creo nunca recolectar a tiempo, pero al menos hay que esforzarse, la otra parte se debe a que tuve que alejarme de esas manos que acariciaban mi alma provocando una sonrisa en mi, ustedes saben, de esas manos que añoramos y nos hacen reír mientras dormimos, aún las extraño. Hoy escuché una frase que llama la atención y me ayudó a entender como logré encontrar parte de las palabras que había perdido antes de escribir este blog, el cual fue un plan de casi un año y medio o algo por el estilo, la frase fue: "en el estado más feliz y próspero el escritor no produce la palabras, las canaliza" eso es muy correcto, no es que yo sea un escritor, sencillamente soy solo un simple aficionado, pero es que aplica tanto para los escritores como para todos en general, cuando estamos muy felices no pensamos, solo vivimos del momento, aprovechando momentos de alegría sin siquiera detenernos a escribir o respirar por mucho tiempo, en cambio, cuando perdemos esto, vivimos todos los días viviendo el pasado en nuestra mente para reconfortarnos un poco, dando cabida a un mundo de pensamientos y palabras. Así que técnicamente revivamos la inocencia y añadamos un poco e locura a ella, será una completa perdida de tiempo desde la perspectiva de las mentes cuadradas, pero será una inversión para ustedes los amantes de la vida.
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